EL LANDÓ
Hoy os voy a hablar del que probablemente sea mi restaurante favorito. Se trata del El Landó, situado en la Plaza de Gabriel Miró o también conocida como la Plaza de las Vistillas, muy cerca del viaducto de Segovia, en pleno Madrid de los austrias.
Se trata de uno de los restaurante más antiguos de la capital y en sus orígenes estuvo pensado como un club privado de arquitectos. El restaurante está decorado con fotos de todas las personalidades, actores, cantantes, toreros, políticos... que a lo largo de su dilatada historia, han ido pasando por sus manteles. Cuenta con servicio aparcacoches, pero no cuenta con terraza. Cierra los domingos y también el mes de agosto.
Las mesas son muy anchas, y unos de los detalles que caracterizan a este restaurante, es que cuando llegas a la mesa te encuentras ya en la mesa, una ración de jamón de jabugo, una ensalada de tomate cortada casi como carpacho y aliñada con aceite de oliva, vinagre y unos toques de ajo y una ración de pan con tomate, todo ello para ir pensando que es lo que se va a pedir.
Como entrantes su plato estrella son los huevos rotos, El landó forma parte del grupo de Casa Lucio situado en la Cava Baja y conocido entre otras cosas por sus huevos, éstos son exactamente iguales a los de Lucio. Además aconsejo preguntar si tienen torreznos, no siempre disponen de ellos, pero son de una calidad impresionante. Espectaculares también son, las coquinas, la morcilla o los boquerones con anchoas.
Como platos principales, no sabría por dónde empezar, pero si me tuviera que decantar me decantaría por sus carnes, Solomillo, Churrasco, Entrecot, Chuletas de cordero, Escalope...Aunque sus pescados tampoco se quedan atrás, Rape, Lubina, Rodaballo... La calidad es inmejorable. Mención aparte son los Callos, otro de los platos que hacen de el Landó un restaurante singular, probablemente los mejores de Madrid.
Su carta de vinos es extensísima, pero si no queréis pensar mucho, pedir el vino de la casa, un magnifico Contino.
El servicio es inmejorable, de los que ya pocas veces se ven, de los que al pedirte una copa, te dejan la botella encima de la mesa, de los que te aconsejan pedir media ración en vez de una, porque creen que es mucha cantidad
El restaurante es informal y muy agradable, no hay mucho ruido. Las mesas son anchas, no tienen que estar moviéndote los platos o las copas para poder servir, además la distancia entre mesas es muy amplia.
El precio va en función de lo que se pida, pero para tener una referencia está entre los 55 y los 65€. Claramente un dinero muy bien invertido.
Importante: a la hora de reservar, es fundamental pedir que NO os pongan en la mesa de las escaleras, es bastante incómoda.
Nos vemos en Septiembre,
Un saludo bloggers
Jimbo
Se trata de uno de los restaurante más antiguos de la capital y en sus orígenes estuvo pensado como un club privado de arquitectos. El restaurante está decorado con fotos de todas las personalidades, actores, cantantes, toreros, políticos... que a lo largo de su dilatada historia, han ido pasando por sus manteles. Cuenta con servicio aparcacoches, pero no cuenta con terraza. Cierra los domingos y también el mes de agosto.Las mesas son muy anchas, y unos de los detalles que caracterizan a este restaurante, es que cuando llegas a la mesa te encuentras ya en la mesa, una ración de jamón de jabugo, una ensalada de tomate cortada casi como carpacho y aliñada con aceite de oliva, vinagre y unos toques de ajo y una ración de pan con tomate, todo ello para ir pensando que es lo que se va a pedir.
Como entrantes su plato estrella son los huevos rotos, El landó forma parte del grupo de Casa Lucio situado en la Cava Baja y conocido entre otras cosas por sus huevos, éstos son exactamente iguales a los de Lucio. Además aconsejo preguntar si tienen torreznos, no siempre disponen de ellos, pero son de una calidad impresionante. Espectaculares también son, las coquinas, la morcilla o los boquerones con anchoas.
Como platos principales, no sabría por dónde empezar, pero si me tuviera que decantar me decantaría por sus carnes, Solomillo, Churrasco, Entrecot, Chuletas de cordero, Escalope...Aunque sus pescados tampoco se quedan atrás, Rape, Lubina, Rodaballo... La calidad es inmejorable. Mención aparte son los Callos, otro de los platos que hacen de el Landó un restaurante singular, probablemente los mejores de Madrid.
Su carta de vinos es extensísima, pero si no queréis pensar mucho, pedir el vino de la casa, un magnifico Contino.
El servicio es inmejorable, de los que ya pocas veces se ven, de los que al pedirte una copa, te dejan la botella encima de la mesa, de los que te aconsejan pedir media ración en vez de una, porque creen que es mucha cantidad
El restaurante es informal y muy agradable, no hay mucho ruido. Las mesas son anchas, no tienen que estar moviéndote los platos o las copas para poder servir, además la distancia entre mesas es muy amplia.
Importante: a la hora de reservar, es fundamental pedir que NO os pongan en la mesa de las escaleras, es bastante incómoda.
Nos vemos en Septiembre,
Un saludo bloggers
Jimbo
